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奉献
120:1 NVI
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  • Isaías 38:2 - Ezequías volvió el rostro hacia la pared y le rogó al Señor:
  • Isaías 38:3 - «Recuerda, Señor, que yo me he conducido delante de ti con lealtad y con un corazón íntegro, y que he hecho lo que te agrada». Y Ezequías lloró amargamente.
  • Isaías 38:4 - Entonces la palabra del Señor vino a Isaías:
  • Isaías 38:5 - «Ve y dile a Ezequías que así dice el Señor, Dios de su antepasado David: “He escuchado tu oración y he visto tus lágrimas; voy a darte quince años más de vida.
  • Isaías 37:3 - Y le dijeron: «Así dice Ezequías: “Hoy es un día de angustia, castigo y deshonra, como cuando los hijos están a punto de nacer y no se tienen fuerzas para darlos a luz.
  • Isaías 37:4 - Tal vez el Señor tu Dios oiga las palabras del comandante en jefe, a quien su señor, el rey de Asiria, envió para insultar al Dios viviente. ¡Que el Señor tu Dios lo castigue por las palabras que ha oído! Eleva, pues, una oración por el remanente del pueblo que aún sobrevive”».
  • Salmo 130:1 - A ti, Señor, elevo mi clamor desde las profundidades del abismo.
  • Salmo 128:1 - Dichosos todos los que temen al Señor, los que van por sus caminos.
  • Salmo 121:1 - A las montañas levanto mis ojos; ¿de dónde ha de venir mi ayuda?
  • Salmo 118:5 - Desde mi angustia clamé al Señor, y él respondió dándome libertad.
  • Salmo 102:2 - No escondas de mí tu rostro cuando me encuentro angustiado. Inclina a mí tu oído; respóndeme pronto cuando te llame.
  • Salmo 131:1 - Señor, mi corazón no es orgulloso, ni son altivos mis ojos; no busco grandezas desmedidas, ni proezas que excedan a mis fuerzas.
  • Salmo 129:1 - Mucho me han angustiado desde mi juventud —que lo repita ahora Israel—,
  • Salmo 124:1 - Si el Señor no hubiera estado de nuestra parte —que lo repita ahora Israel—,
  • Salmo 123:1 - Hacia ti dirijo la mirada, hacia ti, cuyo trono está en el cielo.
  • Salmo 134:1 - Bendigan al Señor todos ustedes sus siervos, que de noche permanecen en la casa del Señor.
  • Salmo 107:13 - En su angustia clamaron al Señor, y él los salvó de su aflicción.
  • Salmo 116:3 - Los lazos de la muerte me enredaron; me sorprendió la angustia del sepulcro, y caí en la ansiedad y la aflicción.
  • Salmo 116:4 - Entonces clamé al Señor: «¡Te ruego, Señor, que me salves la vida!»
  • Salmo 127:1 - Si el Señor no edifica la casa, en vano se esfuerzan los albañiles. Si el Señor no cuida la ciudad, en vano hacen guardia los vigilantes.
  • Salmo 126:1 - Cuando el Señor hizo volver a Sión a los cautivos, nos parecía estar soñando.
  • Salmo 125:1 - Los que confían en el Señor son como el monte Sión, que jamás será conmovido, que permanecerá para siempre.
  • Isaías 37:14 - Ezequías tomó la carta de mano de los mensajeros, y la leyó. Luego subió al templo del Señor, la desplegó delante del Señor,
  • Isaías 37:15 - y oró así:
  • Isaías 37:16 - «Señor Todopoderoso, Dios de Israel, entronizado sobre los querubines: solo tú eres el Dios de todos los reinos de la tierra. Tú has hecho los cielos y la tierra.
  • Isaías 37:17 - Presta atención, Señor, y escucha; abre tus ojos, Señor, y mira; escucha todas las palabras que Senaquerib ha mandado a decir para insultar al Dios viviente.
  • Isaías 37:18 - »Es verdad, Señor, que los reyes asirios han asolado todas estas naciones y sus tierras.
  • Isaías 37:19 - Han arrojado al fuego sus dioses, y los han destruido, porque no eran dioses sino solo madera y piedra, obra de manos humanas.
  • Isaías 37:20 - Ahora, pues, Señor y Dios nuestro, sálvanos de su mano, para que todos los reinos de la tierra sepan que solo tú, Señor, eres Dios».
  • Salmo 50:15 - Invócame en el día de la angustia; yo te libraré y tú me honrarás».
  • Salmo 132:1 - Señor, acuérdate de David y de todas sus penurias.
  • Salmo 122:1 - Yo me alegro cuando me dicen: «Vamos a la casa del Señor».
  • Salmo 133:1 - ¡Cuán bueno y cuán agradable es que los hermanos convivan en armonía!
  • Hebreos 5:7 - En los días de su vida mortal, Jesús ofreció oraciones y súplicas con fuerte clamor y lágrimas al que podía salvarlo de la muerte, y fue escuchado por su reverente sumisión.
  • Salmo 30:7 - Tú, Señor, en tu buena voluntad, me afirmaste en elevado baluarte; pero escondiste tu rostro, y yo quedé confundido.
  • Salmo 30:8 - A ti clamo, Señor Soberano; a ti me vuelvo suplicante.
  • Lucas 22:44 - Pero, como estaba angustiado, se puso a orar con más fervor, y su sudor era como gotas de sangre que caían a tierra.
  • Jonás 2:2 - Dijo: «En mi angustia clamé al Señor, y él me respondió. Desde las entrañas del sepulcro pedí auxilio, y tú escuchaste mi clamor.
  • Salmo 18:6 - En mi angustia invoqué al Señor; clamé a mi Dios, y él me escuchó desde su templo; ¡mi clamor llegó a sus oídos!
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  • Isaías 38:2 - Ezequías volvió el rostro hacia la pared y le rogó al Señor:
  • Isaías 38:3 - «Recuerda, Señor, que yo me he conducido delante de ti con lealtad y con un corazón íntegro, y que he hecho lo que te agrada». Y Ezequías lloró amargamente.
  • Isaías 38:4 - Entonces la palabra del Señor vino a Isaías:
  • Isaías 38:5 - «Ve y dile a Ezequías que así dice el Señor, Dios de su antepasado David: “He escuchado tu oración y he visto tus lágrimas; voy a darte quince años más de vida.
  • Isaías 37:3 - Y le dijeron: «Así dice Ezequías: “Hoy es un día de angustia, castigo y deshonra, como cuando los hijos están a punto de nacer y no se tienen fuerzas para darlos a luz.
  • Isaías 37:4 - Tal vez el Señor tu Dios oiga las palabras del comandante en jefe, a quien su señor, el rey de Asiria, envió para insultar al Dios viviente. ¡Que el Señor tu Dios lo castigue por las palabras que ha oído! Eleva, pues, una oración por el remanente del pueblo que aún sobrevive”».
  • Salmo 130:1 - A ti, Señor, elevo mi clamor desde las profundidades del abismo.
  • Salmo 128:1 - Dichosos todos los que temen al Señor, los que van por sus caminos.
  • Salmo 121:1 - A las montañas levanto mis ojos; ¿de dónde ha de venir mi ayuda?
  • Salmo 118:5 - Desde mi angustia clamé al Señor, y él respondió dándome libertad.
  • Salmo 102:2 - No escondas de mí tu rostro cuando me encuentro angustiado. Inclina a mí tu oído; respóndeme pronto cuando te llame.
  • Salmo 131:1 - Señor, mi corazón no es orgulloso, ni son altivos mis ojos; no busco grandezas desmedidas, ni proezas que excedan a mis fuerzas.
  • Salmo 129:1 - Mucho me han angustiado desde mi juventud —que lo repita ahora Israel—,
  • Salmo 124:1 - Si el Señor no hubiera estado de nuestra parte —que lo repita ahora Israel—,
  • Salmo 123:1 - Hacia ti dirijo la mirada, hacia ti, cuyo trono está en el cielo.
  • Salmo 134:1 - Bendigan al Señor todos ustedes sus siervos, que de noche permanecen en la casa del Señor.
  • Salmo 107:13 - En su angustia clamaron al Señor, y él los salvó de su aflicción.
  • Salmo 116:3 - Los lazos de la muerte me enredaron; me sorprendió la angustia del sepulcro, y caí en la ansiedad y la aflicción.
  • Salmo 116:4 - Entonces clamé al Señor: «¡Te ruego, Señor, que me salves la vida!»
  • Salmo 127:1 - Si el Señor no edifica la casa, en vano se esfuerzan los albañiles. Si el Señor no cuida la ciudad, en vano hacen guardia los vigilantes.
  • Salmo 126:1 - Cuando el Señor hizo volver a Sión a los cautivos, nos parecía estar soñando.
  • Salmo 125:1 - Los que confían en el Señor son como el monte Sión, que jamás será conmovido, que permanecerá para siempre.
  • Isaías 37:14 - Ezequías tomó la carta de mano de los mensajeros, y la leyó. Luego subió al templo del Señor, la desplegó delante del Señor,
  • Isaías 37:15 - y oró así:
  • Isaías 37:16 - «Señor Todopoderoso, Dios de Israel, entronizado sobre los querubines: solo tú eres el Dios de todos los reinos de la tierra. Tú has hecho los cielos y la tierra.
  • Isaías 37:17 - Presta atención, Señor, y escucha; abre tus ojos, Señor, y mira; escucha todas las palabras que Senaquerib ha mandado a decir para insultar al Dios viviente.
  • Isaías 37:18 - »Es verdad, Señor, que los reyes asirios han asolado todas estas naciones y sus tierras.
  • Isaías 37:19 - Han arrojado al fuego sus dioses, y los han destruido, porque no eran dioses sino solo madera y piedra, obra de manos humanas.
  • Isaías 37:20 - Ahora, pues, Señor y Dios nuestro, sálvanos de su mano, para que todos los reinos de la tierra sepan que solo tú, Señor, eres Dios».
  • Salmo 50:15 - Invócame en el día de la angustia; yo te libraré y tú me honrarás».
  • Salmo 132:1 - Señor, acuérdate de David y de todas sus penurias.
  • Salmo 122:1 - Yo me alegro cuando me dicen: «Vamos a la casa del Señor».
  • Salmo 133:1 - ¡Cuán bueno y cuán agradable es que los hermanos convivan en armonía!
  • Hebreos 5:7 - En los días de su vida mortal, Jesús ofreció oraciones y súplicas con fuerte clamor y lágrimas al que podía salvarlo de la muerte, y fue escuchado por su reverente sumisión.
  • Salmo 30:7 - Tú, Señor, en tu buena voluntad, me afirmaste en elevado baluarte; pero escondiste tu rostro, y yo quedé confundido.
  • Salmo 30:8 - A ti clamo, Señor Soberano; a ti me vuelvo suplicante.
  • Lucas 22:44 - Pero, como estaba angustiado, se puso a orar con más fervor, y su sudor era como gotas de sangre que caían a tierra.
  • Jonás 2:2 - Dijo: «En mi angustia clamé al Señor, y él me respondió. Desde las entrañas del sepulcro pedí auxilio, y tú escuchaste mi clamor.
  • Salmo 18:6 - En mi angustia invoqué al Señor; clamé a mi Dios, y él me escuchó desde su templo; ¡mi clamor llegó a sus oídos!
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